A estas alturas deberíamos estar acostumbrados a los épicos apocalipsis que Joss Whedon y su equipo nos entregan; pero por alguna extraña razón, terminamos sorprendidos y boquiabiertos como si fuera novedad. Es la magia del Whedonverso, y sumado a un apocalipsis, se convierte en la combinación perfecta para evitar que la nave-entiéndase, serie- se estrelle contra tierra, producto del aterrisaje forzoso. No importa qué tan mal esté la situación, aunque el combustible se acabe, la nave llega sana y salva a su destino. Y los fans, acatamos una vez más, que Whedon sigue siendo un grande, probablemente con muchas críticas de por medio, pero un grande que sabe lo que hace, aunque cientos de veces parezca lo contrario. Celebrando el aniversario de una serie que empezó con deseo y terminó con paranoia, como dijeron por ahí- hace un año exactamente se estrenó Dollhouse- los invito a leer una reflexión sobre Dollhouse, luego a ver un grandioso video acerca de estos personajes y finiquitar con unos buenos y diversos reviews sobre el final, en whedonverso. Click en leer más.
'Dollhouse' comenzó con una gran premisa: un tema más filosófico y oscuro de los acostumbrados- era la promesa del primer episodio y que durante toda su historia desarrolló extendidamente en ciertos puntos, regalándonos esos momentos que muchos disfrutamos y que otros desprecian, como el capítulo Haunted, que fue uno de los más sorprendentes en cuanto a lo que significaba tener la tecnología de la impresión. ¿Quién no quisiera volver de la muerte?. Pero como en trabajos anteriores, el enfoque y lo que realmente salvó Dollhouse fue el genial tratamiento que se le dio a las relaciones, básicamente, mientras nosotros nos concentramos en observar la acción y esperar un desenlace coherente, los escritores se dirigen a una ejecución más humana, porque aunque interesa cómo termina, importa más el qué significa este término para los personajes. No se trata del apocalipsis, sino del cómo lo manejan los protagonistas.
Dentro del conjunto de personajes disponibles en Dollhouse, hubo dos que desde el comienzo me desconcertaron y a quienes defendía a muerte sin importar lo que hicieran, ni que gran parte del fandom los encontrara insoportables en variadas ocasiones. Christopher 'Topher' Brink y Adelle 'Cruella' Dewitt. A pesar de que la serie fue pensada para Eliza Dushku como Echo y la temática de la situación permitiera que descubriéramos a un actorazo como Enver Gjokaj, intérprete de Victor/Tony, hay que admitir que sorprendió con todas sus personalidades, los verdaderos héroes y quienes terminaron siendo los personajes favoritos fueron el molesto genio de Topher y la jefa del lugar Adelle; no es casualidad, ambos recorrieron un largo camino que los llevó a una evolución tan interesante como la de Wesley en Buffy/Angel; mientras el primero encontró finalmente esa humanidad que anhelaba, Dewitt tomó la decisión de ser algo más que un peón transformándose en la dama blanca de Dollhouse. Al igual que ellos, los demás personajes hicieron su viaje, quizás no tan intenso como los anteriores, o quizás menos disfrutado por el tiempo, como sucedió con Boyd y su cambio drástico de guardián a malvado del año.
Lo que más alabo de Dollhouse es su gran juego con la tecnología, pero sin volverse del todo una serie de ciencia ficción. Nunca dejaron ir en las historias esa búsqueda moral que intenta retratar a la vida real, lo cual es aquello que te identifica con la serie. Probablemente, si en su momento la segunda temporada hubiera estado asegurada, las cosas habrían tomado otro ritmo, puesto que tanto la primera como la segunda parte de la serie pueden verse por separado y se entiende perfectamente, lo cual indica que siempre estuvo la preocupación de dejar cerrado lo que debían. Hasta Epitafio 1 es una historia completamente diferente y brillante a su manera, pero el peak de desarrollo en cuanto a trama y a evolución de personajes vino en episodios como "Belonging" o "The Attic" y sacando "The Hollow Men" (Penúltimo episodio) vemos una aventura emocionante, inquietante y dramática. Todo un viaje épico que sucumbió ante la pronta cancelación y decayó todo su potencial luego de desenmascarar a Boyd, porque "Getting Closer" fue un episodio magnífico que dejó a todos pegados a la pantalla gritando que esto no podía terminar, y por lo mismo, el siguiente capítulo pareció vacío, lento y casi rellenando, un final no solo predecible sino que muy simplista comparado a antecesores como "Not Fade Away" de Angel -quien sigue siendo un ganador indiscutido en cuanto a un final de serie Whedoniano-. Sin embargo, se guardaban la última carta para "Epitafio 2," volveríamos al futuro, pero un año después de los eventos que involucraron a Mini Echo, Mag y Zone como protagonistas, solo para dar paso al verdadero desenlace de los personajes de Dollhouse. Si en "The Hollow Men" se jugaron la carta de la acción, en Epiafio 2 decidieron obviar un apocalipsis eminente- estilo Buffy y Angel- y esforzarse por entregar momentos épicos llenos de sentimiento que solo repercutían de manera emocional.
Este regreso partió lento, con los tres personajes supervivientes de Epitafio 1, quienes luego se vieron opacados por Echo y los demás que también seguían con vida en este pesadillesco estado del mundo, muy parecido a lo que escribiese Neal Stephenson o hasta Stephen King en su novela Cell, otra tecnofóbica mirada al final de una civilización. Probablemente la primera media hora fue algo sosa, pero necesaria para situar cada historia en su lugar: Topher vive entre la locura y la realidad, pero aún recuerda a Bennet y quiere salvar el mundo junto con Adelle, quien muestra su lado más maternal con el genio; Priya y Tony están separados, ella vive con el pequeño T, hijo de ambos, pero Tony ni siquiera lo conoce, porque es el líder de un grupo revolucionario- dentro del cual se encuentra Kilo- donde todos son capaces de ser impresos con la habilidad que requieran de manera rápida, no son como Echo, pero intentan parecerse; Echo y Paul viven en una relación inestable, que nunca tuvo oportunidad de solidificarse en los 10 años que llevaban juntos, porque Echo no lo dejaba entrar a su corazón. También aparece Alpha, a quien extrañamos en el episodio anterior, ahora es un hombre de bien, ¿cómo? no es lo importante, porque no lo explicaron, pero está vivo y del lado correcto, otra evolución que nos perdimos.
La gran solución para terminar este mundo de terror está en Topher, y todos se arriesgan a volver a la Dollhouse para cumplir con esta meta. Al llegar, comienzan los buenos momentos, una batalla que deja un muerto importante, si bien Paul Ballard fue odiado hasta el fin, cuando cae es inevitable pensar en Mellie, Bennet y otras imprevistas muertes del Whedonverso, esta pérdida da paso al mejor momento de Eliza Dushku en Dollhouse, cuando finalmente Echo se quiebra y suelta toda esa rabia, todo el dolor y el remordimiento por nunca dejar fluir sus sentimientos con Paul. Ya nunca tendría a su príncipe azul cerca. Mientras esto ocurría, el resto del equipo solucionaba sus propios conflictos, Tony y Priya volvían a ser una familia, ya que él finalmente se entregaría a su familia, Zone se despide de Mag-hubiera sido una relación interesante- y Topher confesaba a Adelle que él acabaría con lo que hizo años atrás, con su vida, pero que a ella le tocaba la peor parte, porque tal como dijo Ballard, aún se necesitan héroes, y Adelle debía reestablecer el órden e intentar traer a la civilización de vuelta una vez revertido todo. Su trabajo era más difícil.
Así Topher sube a lo más alto de Dollhouse, hace los preparativos y antes de que todo termine, se gira a mirar el mural de Recuerdos que hay en la oficina de Adelle, una de las grandes escenas se produce, mientras suena una canción conmovedora-más por melodía que por letra- como es 'Everywhere I Go' de Lissie, él sonríe por última vez, contemplando las fotos, para luego explotar. El mundo ha quedado sin dolls, Adelle acompaña a sus pequeños, y Echo, gracias a Alpha, encuentra un final tan romántico como estremecedor, triste y escalofriante, pero de alguna forma incoherente, feliz, y es que la felicidad no es parte del mundo de Whedon, siempre viene con una maldición, al igual que la vida real. Paul Ballard está de vuelta, pero solo vive en la mente de la persona que más lo necesita, ya que Echo decide imprimir la personalidad de Paul en su cabeza, toda una nueva maleta de recuerdos, pero que acepta contenta; su vida no será un cuento de hadas y, francamente, son la pareja más extravagante, pero el momento no deja de ser emotivo y agradecido -hasta que piensas en otras situaciones y comienzas a disgustarte...y nosotros que creíamos que la maldición de Angel era lo peor-.
Fue una maravillosa narración, grandiosa serie que nos hizo ver el mundo de otra forma, nos entregó las fantasías más macabras y drama sin fin. Si bien tuvo muchísimas trabas, llego a puerto con un final para llorar, sin usar sorpresas o cambios potentes, sino que tomar el camino del amor y el sentido de familia. Personajes y lecciones que no olvidaremos, es probable que al igual que Firefly el culto se vuelva mayor con el tiempo. Ya lo veremos, mientras tanto, quedémonos con las últimas palabras de Bennet, su fugaz aparición dejó un gran mensaje, sobretodo para una serie que habla de recuerdos y almas sin pasado:
Literalmente, nos convertimos en lo que hacemos, no lo que hemos hecho, o lo que vamos a hacer. Somos mejor definidos por nuestras acciones en el momento. -Bennet, Epitaph Two: Return.------------------------------------------
Video Dollhouse: Everywhere I Go, por ActiveFJM
Para leer los reviews del final de Dollhouse, con todos los puntos de vista posibles sobre la serie, visiten Whedonverso: Dolhouse epitahp two, Return.
¡¡¡Me encantaba esta serie!!! Pero creo que se la han cargado con el final. El cambio de Boyd de "bueno" a "malo-malísimo-causante-de-la-destrucción-de-la-humanidad-tal-como-la-conocemos" me pareció muy tonto y que dejaba sin sentido acontecimientos de anteriores episodios. El cambio de Alpha de "malo" a "bueno-amigo-de-todos" sin dar ningún tipo de explicación me pareció algo que, si no había tiempo para explicarlo, mejor hubiese sido no hacerlo y dejar a Alpha de malo. Y por otra parte, ese inoportuno corte de pelo de Adelle DeWitt en la segunda temporada hizo que algunos de los "flashbacks" que aparecen en "Epitafio Uno" no tengan sentido.
Siento ser tan dura, pero era una serie que me gustaba tantísimo y que se la han cargado por 4 tonterías...